Mi tierra del nunca jamás....

Creo que es importante para todos tener un lugar, espacio, actividad o sustancia que te pueda llevar a la tierra del nunca jamás... en mi caso, gracias a Dios, se trata de un lugar.

El lugar: Watusi... un campamento lleno de magia, mística, naturaleza, energía y diversión. Un lugar que al llegar por primera vez me pareció un montaje de casas de campaña con motivos africanos y pasto seco... un lugar al que ahora veo como un sitio lleno de historias, experiencias, risas, cariño, esfuerzo e ilusión, en pocas palabras, Mi tiera del nunca jámás.....

El camp es ese lugar donde siempre estás seguro, donde seguir siendo un niño es lo ideal y donde la meta a alcanzar es la diversión y el crecimiento personal. Watusi es un "get away" de la vida cotidiana, al pisar las piedras del estacionamiento comienzas a sentirte en casa, te olvidas de tus penas y descanzas de tus preocupaciones, es una especie de cargador, vas, te diviertes, te relajas, cansas tu cuerpo y alimentas el alma, vives cosas que jamás imaginaste, vences miedos y cuando regresas tienes la bateria completa, tienes ganas de terminar con tus preocupaciones, que muchas veces, estando aislado en el camp y con una visión panorámica, te das cuenta no son tan graves; tienes toda la energía y paciencia para resolver tus problemas y muy probablemente tienes mil historias que contar sobre el mejor fin de semana que has tenido en mucho tiempo.

Watusi, es para mí y para muchos la tierra del nunca jamás porque es un lugar en donde tu mayor responsabilidad es divertirte, volverte niño, jugar, reir, correr; disfrutar cada detalle que el camp te ofrece, es un lugar donde la gota de lluvia, inoportuna en la ciudad, se convierte en el motivo de la diversión de toda una tarde, porque en lugar de mal decir porque llovió y se interrumpieron tus actividades; das gracias porque la lluvia empapó tu cuerpo, dejándote sentir que estás vivo, porque las plantas ahora son más verdes, porque la tierra se encuentra más nutrida y porque el aire también lo agradece con su aroma, porque la naturaleza te presentó un regalo y tu lo supiste aprovechar.

Watusi es aquel lugar en donde los sentimientos están a flor de piel. Así como las plantas, los animales y la tierra son perceptivas y sensibles a todos los cambios de la naturaleza, tu te vuelves parte de la misma convirtiéndote en una antena receptiva a las sonrisas, a los estrechones mano, a las palabras, a la menor muestra de cariño y sobre todo la magia que rodea este místico lugar.

Una de las cosas más satisfactorias de este lugar es el crecimiento, tu vas con la idea de que vas a enseñar, a transmitir, a ofrecer... y un niño, un niño que en la vida habías visto, te enseña cosas que no te imaginaste podrías aprender... desde canciones hasta lecciones vida, superación, esfuerzo y amor. Es impresionante como estando lejos de la comodidad, y tecnología nos volvemos tan sencillos y poco complicados, como al dejar el mundo superficial brota una espcie de profundidad que ni nosotros sabíamos existía en nuestro interior y podemos ser felices a base de las cosas más sencillas, todo esto, que seguro ya existía en mi cuando dicidí formar parte de una comunidad llena de magia, ha salido a la luz y lo he podido disfrutar gracais a este lugar.

Es por eso que Watusi es mi tierra del nunca jamás, porque no hay necesidad de hadas cuando al voltear me sorprenden los colores de una mariposa, la frescura de una flor, la excentricidad de un insecto... porque nadie necesita piratas para que halla aventura si este lugar me ofrece miles de caminatas, acertijos y amigos. Porque no necesito enfrentar a Garfio para vencer mis miedos, si día a día me encuentro con nuevas experiencias que ponen a prueba mi valor y mi carácter. Porque no necesito ser uno de los niños perdidos para perteneces a una banda de amigos que somos como hermanos si pertezco a una tribu que busca mantener vivo este lugar a través de la risa y el cariño. Y porque no necesito ser campanita para volar, porque watusi despierta mi imaginación, porque en la noche antes de dormir escucho a los leones, lobos y búfalos y porque cuando estoy en watusi no estoy ni en Puebla ni en África, simplemente estoy en mi tierra del nunca jamás....